EN TIEMPO DEL CORONAVIRUS COMVID-19
Resolucion de un puzle de 2000 piezas.
Esta pandemia nos ha confinado por orden del gobierno en curso social-comunista durante más de dos meses sin poder salir de casa, solo para lo indispensable. El número de muertos diarios ascendían a mil, en su mayoría de la tercera edad, alguno en residencias otros en las UCI de los sanatorios, gran parte sin la presencia de sus seres queridos. Todo fue un desastre, desde convocatorias multitudinarias cuando ya se advertía que el contagio era inminente si no se tomaban las oportunas precauciones, hasta la compra de mascarillas sin la debida homologación y respiradores también defectuosos.
Yo he tenido suerte ya que estaba en mi poder un puzle (regalo del día del padre), con el que hice más llevadera la clausura forzosa.
La de resolver puzles es una afición muy relajante e instructiva haciendo pensar la estrategia a seguir y buscando los medios para hacerlo.
Como para hacerlo, yo tenía varias cajas de otros rompecabezas anteriores (que era así como antes se llamaba) y tableros con separaciones en cuadriculas, ya que como consta de 2000 piezas todas diferentes fue necesario recuperar todo el arsenal necesario. Encontré en mi almacén un tablero que se adaptaba a las medidas necesarias del evento, unos listones de pino de 20x 10 mm. de sección, grapé ambos dejando un rectángulo de 96x68 cm. que son las dimensiones que terminado había de tener el puzle.
La estrategia a seguir, es común a todos los anteriores, primero seleccionar las piezas que forman el contorno teniendo en cuenta que tienen un canto liso excepto las esquina que son con un ángulo recto. Tratamos de colocarlas encajando con las correspondientes compañeras. Lo más seguro que después de esa primera selección falte alguna, o bien repasamos todas a ver si se encuentran o dejamos para después cuando hagamos la segunda criba de piezas.
A continuación tenemos preparadas las cajas y seleccionamos las piezas por colores y temas, amarillos, verdes, flores, azules del agua, nubes, bicicletas, casas de la izquierda que se diferencian de las de las derecha según van cerrando la figura hacia el centro etc etc, aquí es donde la astucia del seleccionador ha de estar más atenta.
Para más facilidad por mi parte cuadricule la foto de la caja y el tablero para así ir colocando en su sitio las piezas.
De seguido el empedrado y el agua del rio, que previamente seleccione, donde se mostraban trozos del suelo y el azul del agua. Y con la ayuda de una lupa ampliando las figuras de la caja iba encajando en el cuadrito correspondiente las piezas.
Todo es cuestión de paciencia y concentración.
Más tarde en la selección hecha anteriormente le tocó a las flores y traté de encajar los ramilletes de los cestos de las bicicletas.
Ahora le corresponde a los edificios de la izquierda, estos son difíciles por su similitud, pero fijándose un poco primero seleccionamos las fichas que presentan un color y una tendencia a proyectarse de mayor a menor de izquierda a derecha.
En la siguiente foto vemos que ya encaje parte de un
edificio, las luces de las orillas del rio, un trozo del cielo y algunas piezas
sueltas, en cambio falta un grupo de fichas de color oscuro en el vértice
inferior derecho.
Ahora vemos que va animándose la estructura de los
edificios, aún faltas algunas piezas sueltas, otras van encontrando lentamente,
hay veces que repasas los conjuntos y crees que no están, que se han perdido o
que es imposible encontrarlas pero van apareciendo.
Siguen aumentando las piezas de los edificios de la izquierda y empieza a tomar vida la parte derecha, ya percibimos que existe una farola.
Como es de suponer, esto no se logró en un día ni dos ni tres, fue trabajo de muchos y muchos días, añadiendo un número indeterminado de piezas cada día.
Después de todo este detalle de información, esperando que lo del virus ese no avance mucho y sea controlado por los sanitarios, (héroes de esta campaña) un fuerte abrazo.
