jueves, 19 de marzo de 2009

El taller de carpinteria de mi padre.

Cuando estaba preparando la publicación de mis blogs anteriores, recibí una llamada telefónica comunicándome el fallecimiento de una persona vinculada conmigo y el taller de mi padre, lo cual hizo que adelantara este blog.
Mi padre nació en el barrio de Moledo, de la Parroquia de San Pedro de Sardoma, en la ciudad de Vigo.
Comentaban en casa que aprendio el oficio con un carpintero de Cambeses llamado Sr. Balbuena, y que con los años encontré en un lugar a donde fui a hacer un trabajo, pronto se estableció por su cuenta aproximadamente al principio de los años 30 en un pequeño taller contiguo a la tienda que comento en el blog : El lugar donde nací
Mas tarde se asocio con otro carpintero y montaron la carpintería en la esquina de la Calle Sagunto nº 1 en la zona del Calvario donde actualmente está la cafetería Alaska.
Esta sociedad no funcionó y quedo solo mi padre con el alquiler del local.
Era un solar cerrado con pastas de piedra de Porriño, y en el interior estaba el taller adosado a un cierre de ladrillo y cerrado con tablones de madera por el frente, desconozco a que estaba dedicado anteriormente, y cubierto a dos aguas estando en el desván una pequeña oficina, a la que subía por una estrecha escalera de madera, pues allí la madera estaba al orden del día.
Al fondo y a la mano izquierda había instalada una antigua maquina con armazón también de madera, movida por una correa plana de unos dos metros y medio separada del motor motriz. Las mesas de cepillar estaban recubiertas de una chapa de hierro atornillada y la mesa de barrenar solamente se desplazaba en vertical, teniendo que desplazar a mano la madera lateralmente, en el argot era furar a mano; la mesa de cortar tambien se movia como la otra y el eje tenia una sierra circular.En el año 1955 y ya en Numancia, se compró una de hierro con regrueso y depues otras más.
La de madera,la habían comprado la Sociedad en una aldea de la Estrada, donde la movían con fuerza hidráulica, ya que pasaba cerca un pequeño río.
En el interior del taller, al entrar había situado en paralelo seis bancos donde trabajaban por este orden, el Sr. Claudio Costas, el Sr. Eiras, Perfecto Costas hijo de Claudio, Edelmiro Román y otros conocidos como el Pastelero, el Pontevedra, el Canalla, etc.
Los dos primeros que menciono tenían herramienta propia, pues habían sido socios en un taller que montaran, tal vez esas herramientas como las de otros antiguos carpinteros se estén estropeando en algún desván o trastero, a los demás se la suministraba mi padre. Trabajando en la maquina antes mencionada estaba un Sr., que llamaban Chanuto, (desconozco a que se debía ese apodo), recuerdo que había sido Guardia de Asalto. Cuando se marcho, para montar su taller, le reemplazó en la maquina el Sr. Nato, Fortunato Gil, hasta su jubilación a los sesenta y cinco años, a cuyo sepelio asistí el viernes 13 de Marzo, motivo de la llamada telefónica que hago mención al comienzo y que me sorprendió pues tenia pendiente una visita para comentar sobre lo que estoy escribiendo y poder añadir cosas que no recuerdo..
Dentro del cierre de pastas de Porriño, había un galpón donde se guardaba la madera y también había una piedra de afilarde agua, que se movía a pedal y tenia colgado un cacharro agujereado que dejaba caer un chorrito de agua para enfriar el acero y no se destemplara. Allí cuando llovía se preparaba en un pote de hierro fundido la cola, al baño de maría con unas pastillas obscuras de cola vegetal, pues se usaba en caliente.
El consumo de madera era abundante, se usaba mucho el castaño que nos traía un maderero de Chantada y que descargábamos por encima de las pastas del cierre, el pino era de Maderas Salan, Salvador y Antonio, el eucalipto de Chaviño cuando aun estaba en la Calle Aragón. Otros almacenes de madera de la época eran Maderas Barreiro en la calle Maria Berdiales, Maderas Oporto en Loriga y Maderas Garabatos, en donde hoy esta El Corte Ingles.

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